La pesadilla del Patronato o de la Junta: todos hemos conocido a alguna persona así, ¡y a veces a unas cuantas!
Te has sentado a su lado, y se ha pasado toda la reunión en silencio, corrigiendo documentos o haciendo chascarrillos. Eso en el mejor de los casos, porque en el peor ha opinado sobre todo con gran rotundidad: estrategia, cuentas, proyectos, o el desempeño de los contratados, ¡no ha dejado títere con cabeza!
Por supuesto cuando se hace una presentación, esta persona está consultando su móvil, o se inclina hacia ti para pedirte una explicación que ya han dado varias veces. Y fuera de las reuniones, no perderá la oportunidad de hablar de lo mal que está la entidad y de su falta de liderazgo.
Eso sí, las veces que se han hecho propuestas pidiendo una mayor implicación de la junta o el patronato en actividades concretas, ha dado la callada por respuesta.
¿Te resulta familiar? ¡Bienvenido al club!
Pero… ¿Cómo consiguió esta persona formar parte del Patronato o de la Junta? ¿Cuánto tiempo lleva allí?
Y, más importante aún….
¿Qué puedes hacer al respecto?
Antes de nada, tienes que tomar conciencia de un hecho importante: a la elección de un miembro de tu junta o de tu patronato, le tienes que añadir una “s”.
Elegir un patrono no es sólo una “elección”, es sobre todo una “s”elección.
Y si estás en modo “elección” en vez de en modo “selección” es más que probable que acabes incorporando alguna “pesadilla» más dentro del patronato o de la junta.
Seamos sinceros: cuando te has sentado con posibles candidatos a tu junta o a tu patronato, quien ha estado hablando ha sido tú, ¿a que sí?
A las claras: le has intentado vender tu organización, lo bueno que sois y lo bien que lo hacéis, para que él o ella haga una “elección”, pero no para que tú puedas hacer una “selección”.
Es el candidato a patronato o a junta quien te ha elegido, y no tú quien le has seleccionado.
Di la verdad. En esas entrevistas con posibles candidatos, has dicho cosas parecidas a:
- Somos una entidad destacada.
- Los componentes de la junta son muy (opciones a elegir): majos, implicados, divertidos, estimulantes….
- Os tratamos bien.
- No te llevará mucho tiempo.
Y mientras pasaba el tiempo y mantenías los dedos cruzados para que te dijeran que “Sí”, has perdido muchas oportunidades de promover un diálogo honesto y transparente.
Es probable que algunas de las preguntas que te gustaría hacer a candidatos son parecidas a estas:
- ¿Dices a todo que sí, o te «mojas» en los debates?
- ¿Eres rico? ¿Te sobra el dinero?
- ¿Te gusta escucharte?
- ¿Te molesta llegar tarde a las reuniones?
- Cuando estás en una reunión, ¿te implicas o prefieres revisar tu correo con el móvil?
Vale, de acuerdo. Esas preguntas igual no puedes hacerlas, pero reconoce que te gustaría hacerlas…
Y ahora vamos con las preguntas que sí puedes hacer sin que tu candidato se levante y se marche de la entrevista.
Porque lo que necesitas saber es si esa persona es realmente un aporte valioso para tu entidad.
Y eso sólo lo puedes confirmar haciendo preguntas como:
- ¿Qué sabes de nuestra entidad?
- ¿Por qué quieres dedicarnos tiempo?
- ¿Tienes contactos que nos pueden ayudar a conseguir más fondos para la entidad?
- ¿En qué área dispones de competencias que nos podrían ser útiles?
- ¿Cuáles crees que son las cualidades de un buen patrono?
- ¿Qué experiencia y buen hacer en estrategia, comunicación, recursos humanos, captación de fondos nos puedes aportar?
- ¿Qué disponibilidad de tiempo tienes?
- ¿Podremos contar contigo para alguna comida con donantes o financiadores?
Anímate, pasa del modo “elección al modo “selección”
¿Te ayudamos a constituir una Junta o un Patronato de 10?
¡Contáctanos!
Y por favor, escríbenos a continuación -en Comentario- alguna otra pregunta que te gustaría hacer a posibles candidatos a patronato o junta directiva, ¡al estilo de las que hemos puesto más arriba con las viñetas azules! 🙂