Renovar tu Junta Directiva o Patronato es fundamental para que tu órgano de gobierno no quede obsoleto.
Pasan los años, y en muchas ocasiones observamos cómo los órganos de gobierno quedan estancados porque las personas que lo componen se enquistan, se acomodan, y su cargo se transforma a menudo en una presencia vitalicia.
La motivación con la que empezaron ha disminuido, y carecen de nuevas ideas que aportar.
¿Te es familiar esta situación?
Las organizaciones sin ánimo de lucro están en cambio permanente: crecen, las necesidades de los ususarios evolucionan y se adaptan a los cambios de su entorno.
Necesitan líderes con la capacidad de afrontar el futuro de diferentes maneras.
¿Cómo fomentar la renovación?
Para traer aire fresco al equipo es fundamental establecer límites de tiempo para los representantes que están en la Junta o en el Patronato.
Las configuraciones más frecuentes son períodos de dos o tres años prorrogables hasta cumplir seis años consecutivos. Una vez cumplido este plazo, el miembro adandonará la Junta.
En ocasiones en las que la persona desea volver y la organización lo considera conveniente, se permite el retorno tras dos años de descanso y de refrescarse.
¿Cómo puedo traer aire fresco si mi organización no tiene límites de tiempo?
Además de establecer límites para los mandatos, es importante que puedas pensar en acciones concretas que van a favorecer la renovación de tu entidad.
En primer lugar, da muy buenos resultados realizar una definición y posterior instauración del trabajo de la Junta. ¿Qué se espera, en concreto, de una persona que está en el Patronato/Junta?
Y si esta definición se genera de forma participativa será todavía más potente, ya que todo el equipo se sentirá implicado y estará más motivado.
Se trata de aclarar las expectativas y compromisos mutuos, haciéndolos específicos y tangibles. Una posible reflexión sería: ¿qué aportan cada un@de sus integrantes al Órgano de Gobierno, y qué apoyos pueden esperar de la propia Junta/Patronato o de misma organización?
También se puede llevar a cabo una autoevaluación para cada componente del Patronato o de la Junta. De esta forma, cada persona se replantea su compromiso y toma conciencia sobre su situación. Esta opción fomenta que los miembros menos comprometidos o ineficaces aumenten su desempeño o se planteen retirarse.
En cualquier caso, siempre se pueden incluir criterios específicos para la asistencia a reuniones.
¿Qué circunstancias pueden hacerte pensar que alguien de tu equipo no está comprometido?
Por ejemplo, a una persona que falta tres veces consecutivas sin motivos consistentes, o porque tiene una agenda siempre llena, tal vez se pueda plantear darle de baja. Obviamente, como paso previo, es importante hablar con l@s implicad@s para conocer su situación y el motivo de las reiteradas ausencias.
Para retener a personas valiosas o plantear una opción para l@s que quieren salir de la Junta/Patronato pero les gustaría mantener el vínculo con la entidad, se puede crear una Junta Honoraria o un Patronato Emérito.
Esta Junta/Patronato no tiene un papel de gobierno en la organización, pero puede ser muy útil como consejera, para conseguir contactos, para llevar a cabo determinados encargos de representación pública…
El Patronato/Junta Honoraria debe ser percibida como un reconocimiento a una labor de muchos años o a un logro excepcional. Los miembros que la compongan han de contar con el reconocimiento de la organización y de sus Órganos de Gobierno.
Y, a modo de conclusión
Es clave aceptar que no todas las personas van a tener el mismo compromiso y pasión por la misión de la entidad. Se trata de trabajar para exprimir al máximo la capacidad de cada persona respetando al mismo tiempo la situación en la que se encuentra cada uno.
Pararse y cuestionarse cuál es la situación de la Junta/Patronato, cómo estamos, cómo está siendo nuestro trabajo permite tomar conciencia y establecer alternativas de mejora. Incluir a nuevos miembros en la Junta, con nuevas perspectivas es esencial para su sostenibilidad y éxito a largo plazo.
Los buenos líderes son puntuales.
Un paso a un lado requiere más valentía que un paso adelante.