La población de este distrito y del vecino Chikhwawa, en la frontera sur de Malawi con Mozambique, que sobrevivió a las inundaciones de fines de enero y vio cómo el agua se llevaba sus casas, sus animales de cría y otras pertenencias, ahora está expuesta a un brote de cólera.
Las autoridades atribuyeron el hecho a las malas condiciones sanitarias dejadas por las inundaciones. Más de 550 retretes de material con pozo fueron arrasados por el agua solo en Nsanje, uno de los distritos más golpeados por el desborde fluvial.